Tuesday, October 20, 2009

"El Otro"

Pratt habla de la posición de “el otro” y como se categoriza y se describe en la literatura del narrativo del viaje. El tema de la alteridad es uno que siempre aparece en mis cursos. Además de ya ser un tema que necesita ser discutido, el hecho que es algo tan aparente o destacante en todos mis cursos, o por lo menos los de los estudios culturales e históricos, significa la necesidad más grande de discutirlo y analizarlo.
Para empezar, la alteridad, o sea definir quien es el “otro” es objetivo. Para mi y probablemente para muchos esto es obvio sino no dicho explícitamente frecuentemente y por esa razón creo que es importante señalarlo. Los que los europeos piensan como “otros” no se llaman a si mismos “otros.” El “otro” es el que no pertenece al grupo tuyo. Esta alteridad, además, tiene una jerarquía, o mejor dicho la alteridad impone una distinción entre la persona y la otra. Es decir, la persona que le llama a otra como “el otro” está poniéndose en una posición más alta que el otro. El otro es un término negativo y se categoriza por una clase más baja o una raza baja. (La persona que le llama a la otra persona “el otro” es la que dice que la clase del otro es mas baja, no es que en realidad la clase del otro es mas baja- es llamado así por la objetividad.) El otro es menos civilizado, aun bárbaro, no habla el mismo idioma o en la misma manera. La razón que un francés no es “el otro” con respecto a los españoles es porque lleva un tipo de ropa parecida a la suya, se porta en manera parecida, habla un idioma que comparte letras y gramática parecidas.
En efecto, la persona que es el otro no se piensan en si mismos como “los otros.” Quizás los africanos al conocer a los conquistadores europeos pensaban en los europeos como “los otros” pero el problema aquí es con la falta de información. Es decir, sabemos que los exploradores y conquistadores europeos pensaban en la gente que iban a conquistar o tomar como esclavos como “los otros” porque había muchos documentos escritos que lo decía. Por otro lado, no sabemos lo que pensaban los conquistados (los africanos o los americanos nativos/nativos del nuevo mundo) porque no hay documentación diciendo su posición (ya que eran “el otro” y a causa de esto no fueron dadas la oportunidad de contar su historia para que otra persona la escriba).
(Este tema es muy cíclico- ¿ves el ejemplo? El otro no pudo escribir su historia porque es “el otro” y los otros no fueron ensenado a escribir- Los esclavos no son libres y la educación los habrían liberado. Este es algo que hablamos en la clase de Comercio cultural hoy en cuanto a “Frontera Sur.” El librepensador es libre porque es alfabeto; sabe leer y escribir, tiene una educación.)
Uno de los ejemplos de literatura en donde “los otros” tienen una voz es en la de Fray Bartolomé de las Casas. La voz del “otro” solo es parcial en su literatura pero es uno de los únicos ejemplos de traducción de los sentimientos del “otro” como no había una explorador/persona que honestamente era tan simpático a escribir exactamente los sentimientos de los “otros” y aun si existía esta persona, había una falta de interpretes para que comunicaran.

Pratt

Después de leer el ensayo de Pratt me puse a reflexionar sobre mi experiencia en Sevilla. Me parece que la mayoría de las veces cuando gente me preguntan ¿cómo te fue en España? Les doy descripciones de varios sitios, descripciones de la comida, de los sevillanos… intento de darles una imagen de lo que percibí y luego concluyo con el hecho de que me encantó. Me parece que eso no es coincidencia, es decir, que hay alguna razón, o varias, que han influido mi respuesta. Cuando los promotores se ponen a vender el programa siempre hablan de la gran experiencia que sería para el estudiante, lo mucho que le va impartir el programa, la gran aventura que va ser para el estudiante, para decir así. Y sí, hablan un poco de la comida, de lo que se va poder ver, pero no lo dicen todo. Pero siempre, siempre, siempre insisten en la experiencia que va ser para el estudiante. Entonces el estudiante ya viene entrando al programa sabiendo que va ser una gran experiencia, y no nomás el estudiante, sino también lo saben los padres y prácticamente cualquiera que sepa de programas al extranjero.
Durante mi tiempo en Sevilla siempre reflexionaba sobre lo que cada sitio y cada evento significaba para mí, para mi ser, qué don le estaba dando a experiencia. Pero al regresar después de todo eso cuando la gente me pregunta cómo me fue la experiencia en España, siempre les respondo con lo que percibí. Y ¿por qué no les hablo sobre mi experiencia, lo que significaba Sevilla para mí? Bueno, para mí la respuesta es muy sencilla. Ya saben que ha sido algo grande y espectacular, entonces no quieren saber algo que tal vez no van a poder entender o tal vez no les interese, sino que quieren saber cómo es estar en Sevilla. O mejor dicho, con mis imágenes, quieren saber cómo sería estar en Sevilla para ellos. Me parece casi triste que sea así. Tal vez intentaré a hablar más sobre lo que yo experimenté.

Pratt

Pensando sobre mi viaje en Barcelona, imagino mis experiencias en un orden cronológico. Imagino los primeros días en una ciudad nuevo y mis pensamientos al momento exacto. Intenté escribir todos mis pensamientos durante mi viaje en una diario personal, de que lo vi cada semana por lo menos. En este manera, capturé muchos de mis pensamientos pero con el paso de tiempo, me olvido estas memorias en la misma manera con las experimentaba. En el texto del Pratt, dice el según:

“But here the risk of another oversimplification must be acknowledged. For these generalizad discourses I have been talking about never came even closet to prevailing absolutely.” (213)

Me encanta estas líneas porque define cómo yo sentarme ahora pensando sobre mi experiencia. Yo puedo decir que pasé el mejor tiempo en el mundo durante mi semestre en Barcelona. Puedo recordar cómo yo cambié durante el viaje a la persona nueva, a una individua más segura y fuerte en la mente. Recuerdo las días que no quería esta allá y esperaba que podía regresar en casa aquí en los Estados Unidos. Recuerdo las memorias especificas que son muy especiales, como nuestra viaje a Paris o las vacaciones en Croacia y la Praga. Sin embargo, no recuerdo completamente, aunque tengo mi diario personal con muchos de mis pensamientos.

Estoy de acuerdo que no hay una literatura de viajes que son perfectas. Las memorias no son autobiográficas en realidad, porque es inevitable que las historias son reconstrucciones sobre las cosas que pasan. No son eventos perfectos. Por supuesto podemos reconstruir las memorias pero es la idea de la generalización que es el problema. Es imposible reinar en la construcción de un trabajo de literatura sobre viajar. La idea de simplificar excesivamente impide las ideas sobre las memorias porque es imposible recordar todos de los pensamientos, todos de los cambios personales y todos de sus experiencias individuas. 

Pratt

En la lectura de Pratt, me parece muy interesante la idea de que unos navegantes escriban sobre ellos mismos y unos escriban no personalmente. Pensando en mis viajes a España y Argentina, creo que sería imposible no escribir o hablar sobre ellas personalmente. En términos más básicos, el intento fundamental de las viajes fue para información. Igual con la universidad aquí. Pero también es una experiencia, no es solamente un seminario para recibir información. Sería imposible no intentar de describir mis sentimientos cuando vi la glacial Perrito Moreno en el Calafate, o como sintió la ambiente de la gente en el partido del Barça o de los Boca Juniors. La primera cosa en que pienso, cuando pienso en mis viajes, es como sentía en Barcelona y en Buenos Aires. Unos de mis recuerdos más memorables de las ciudades son solamente caminando por la ciudad lentamente, pensando, “wow, estoy aquí.” Las sensaciones son lo que sean lo más recordables.

También me interesa la idea de que los navegantes casi nunca escribieron sobre la gente en los paisajes, cuando están describiéndolos. Pensé en la glacial del Calafate, y no describiría la otra gente que estaba allá. Es un poco diferente, por supuesto, pero tiene un poco de sentido. Había mucha gente allí, y durante tiempo mejor, habría muchísimo más.

Este artículo me hizo pensar en que si yo tuviera un diario de mis viajes. Sería buena idea, pero creo que fotos pueden hacer casi lo igual. Si veo una foto de yo y unos amigos por arriba de la montaña Cerro López de Bariloche, siempre voy a recordar que allí por la noche he visto las más estrellas de mi vida. Había millones. Vi el cruz del Sur, que no es visible en America del Norte, y todo fue muy impresionante. Una foto tiene tantos recuerdos. Un día fui caminando al cementerio de Recoleta, y saqué muchas fotos, y todo fue muy impresionante.

Pratt

Me gusta mucho el idea de Pratt de que “the journey and the writing about it are inseparable projects- they presuppose each other and create each other’s significance.” (201). Se puede interpretar un viaje en muchas maneras completamente distintas. Pratt habla del efecto de las narrativas, de escribir y describir una experiencia desde varias puntos de vista. Obviamente, también se puede conceptualizar la experiencia de viajar sin escribir. Pratt describe bien la evolución del etnocentrismo europeo, que se puede ver en las narrativas de viajar.
Viajar es conquistar, o aprender, o las dos dependiente de tu actitud como viajador. Un viajador puede legitimizar su propia cultura o ver a lo que no tiene su propia cultura. El actitud que tiene el viajador es absolutamente esencial en la formación de una experiencia en el extranjero.
Hoy en día, los estudiantes que estudian en el extranjero pueden tener las mismas distinciones en como conceptualizan o describen sus experiencias. Yo pueda escribir mucho sobre las diferencias de arquitectura en la ciudad y la naturaleza, o pueda enfocar en las relaciones que formaba durante mi tiempo allí. En algunas interacciones que tenía con otros estudiantes americanos, yo podía ver grandes diferencias en la experiencia que ellos experimentaban. Algunos americanos no paraban de hablar sobre la falta de hamburguesas americanos y otros aspectos ‘negativos’ de la experiencia. Otros americanos estaban tan enamorados con la ciudad que cada experiencia para ellos era positivo.
Cuando alguien vuelve del extranjero y describe su experiencia, a través de una conversación o una narrativa, nadie puede saber exactamente lo que experimentaba este persona. Como dice Pratt, “journey and account mutually determine eachother’s shape.” (201) El proceso de escribir una narrativa exige que describes experiencias que no se puede describir en papel. La experiencia de viajar es tan enorme y llena de sentimientos que cuando escribes algo, estás olvidando otra aspecto o sentimiento del viaje.

Pratt

El artículo por Pratt habla de como las narrativas de viaje habían cambiado durante la segunda mitad del siglo XIX a causa de la expansión capitalista europea y imperialismo (especialmente en Africa por los paises europeos).  Además, habla de la importancia de la narrativa de viaje para los exploradores, y como la experiencia de viaje actual es inseparado de la experiencia de escribir del viaje.  La importancia de esta conexión entre escribir y explorar es dicho muy bien por Pratt:

"Likewise, journey and account mutually deter- 

mine each other's shape—what you say in the book has everything 

to do with what you experienced on your trip, but what you 

experience on your trip has everything to do with the book you are 

planning to write."


Como estaba leyendo los dos pasajes de Park y Livingston y la explanación por Pratt de como los dos son distintos en que uno es "información" y el otro es "experiencia".  Park usaba el "yo" voz, la primera persona, a describir todo que había visto o oído o tocado, pero Livingston usaba el voz pasivo, y era más como él estaba recontando alguna información.  Me daba cuento que mi diario en que escribía durante mi estancia en Barcelona es una mezcla de ambos, información y experiencia.  Diría que mi diario tiene un poco más de experiencia, por que soy muy emocional y para mi, de hablar de una cosa como yo la había visto o experimentado es muy importante.  

Después de leer esta cita, empecía pensar en cuanto de los motivos del explorador o viajero...


"I have pointed out that in Livingstone's writing, the relevance of 

what is said does not lie in its connection with the immediate 

interests of the traveler himself. As it turns out, what does make all 

this detached and detachable information relevant is the imperial 

agenda itself, an agenda that he alludes to constantly in his narra­ 

tive, and elaborates on at length in his preface:"


Por Livingston, su narrativa de viaje estaba efectado directamente por su motivo de imperialismo, y el método imperialisto.  ¿Pero lo que era mi motivo personal en escribir un diario cotidiano en que escribía de mis pensamientos del país y experiencia nueva, de mis sentimientos, de mis opiniónes de la nueva cultura?  Puedo recordar que mientras estaba escribiendo, algunos días, intentaba escribir en una manera más profesional, más literaria, como si estuviera escribiendo un libro o algo.  Sin embargo, otros días, especialmente cuando estaba echando de menos los EEUU o mi familia o mi novio, las palabras en mi diario no eran muy profesional, pero más como un mónologo interior, llena de palabrotas, emociones crudas, cosas muy personales.  

¿Pues, que era mi motivo en escribir o narrar mi experiencia?  ¿Por qué algunas personas tienen un diario o ahora, en la edad de technología, un blog?  Quiero hablar de dos cosas interesantes sobre estas ideas.  Primero, la importancia que las memorias tienen in nuestras vidas, y el miedo de perder o olvidarlas.  Segundo, la diferencia en como los dos géneros se tratan a las memorias y la preservación de las experiencias.  

A ver...si viene a mi dormitorio aquí o especialmente a mi hogar, verá fotos, entradas viejas de películas o de partidos de basquet, de notas que mis amigas me escribían cuando éramos más menores, y aún hojas de colores muy vivos de los árboles del otoño.  Tengo mucho "stuff", objetos de interés de mi pasado, soy un poco de chamarilero (packrat).  Pero ¿por qué son estas cosas muy importantes a mí? No quiero olvidar los años de mi juventud, de los momentos especiales en mi vida.  Para mi, y creo que es el mismo para las otras personas que guardar todos objectos de memoria, o para las personas que sacan fotos de las noches divertidas o de los viajes interesantes...no queremos crecer, tenemos miedo de estar viejo.  La manera de pensar podría ser, si esta viejo y triste porque la juventud había terminado 20 años pasados, si tiene las fotos, las entradas, las memorias físicas de los momentos más felices o memorables, podría estar feliz, si solo para un momentito.  Los seres humanos son seres de nostaglia, y especialmente las mujeres.

Quiero hablar más del papel de la memoria y las fotos para las mujeres hoy en clase. 


Monday, October 19, 2009

Pratt: El Narrativo del Viaje

El artículo por Pratt explora la historia de los narrativos de los viajeros y los exploradores sobre sus viajes en Africa durante los últimos años del siglo dieciocho y durante el siglo diecinueve. Pratt explica las varias maneras de que se observaban un sitio y se lo describían, dado el contexto imperialista. En particular, describe Pratt el estilo antiguo de escribir las observaciones con subjetividad y perspectivismo, con un énfasis enorme en la experiencia emocional de un sitio y la individualidad de todos que utilizan el sitio y la tierra. Después, Pratt ilustra el estilo nuevo de escribir los narrativos (que surge durante el siglo XIX) con un foco en los conocimientos impersonales, la información, y “the tendency toward depersonalization and dehumanization, the projection toward a future global transformation, the positioning of the traveler as an invisible, passive observer” (212-213). En estos narrativos, siempre existe el concepto del “otro”, que alude a la relación entre el observador y la gente indígena.

Esta época del imperialismo y exploración está correlacionado con el surgimiento de la antropología, que desarrollaba en el siglo XIX. Aunque ahora entendemos la antropología como una práctica delicada y abierta que se esfuerza por entender una cultura desde la perspectiva indígena, sus raíces existen en la creencia de la evolución cultural y el primitivismo. Fue considerado que los Europeos y los poderes coloniales eran los más civilizados y evolucionados, y que los indígenas y colonizados eran bárbaros, primitivos y no evolucionados. Existían antropólogos como Sir Edward B. Tylor, que escribió sobre la gente y cultura “primitiva” sin viajar para nada. A lo largo de los siglos, vemos que la antropología ha cambiado mucho, y también ha cambiado el proceso de viajar y escribir sobre una cultura/un sitio. Vemos que el proceso en que entendemos y procesamos nuestros alrededores está construido culturalmente (y políticamente).

Aunque la mayoría de la gente de nuestra edad ya no siguen el modelo del siglo XIX de percibir y describir una cultura, todavía existe una diversidad de percepciones. En Barcelona, intentaba yo observar la cultura desde el punto de vista antropológica (de ahora, no del pasado); y si yo escribiera un narrativo sobre Barcelona, lo haría siguiendo el modelo antropológico. Sin embargo, es importante leer narrativos pasados y de varias puntos de vista para entender el contexto histórico de la época en que escribían los exploradores. Aunque los narrativos imperialistas son extremos y parciales, nos dan información importante sobre las relaciones del poder, el clima social y político de la época, etc. También, los narrativos sirven como un recuerdo, un archivo para el futuro. Aunque no escribí un narrativo analítico de mi viaje, sé que siempre valoraré el diario que mantenía en Barcelona.